Serie [1996]
La temporada 2 de la serie Rurouni Kenshin se estrenó el día 30 de Octubre de 1996. En esta 2 temporada se realizaron un total de 35 capítulos.
Kenshin comienza a tener recurrentes sueños de su pasado como guerrero al servicio de los Isshin-Shishi y muy especialmente de su enfrentamiento contra los Shinsengumi. En el presente, un hombre de apariencia enigmática que vende medicinas va al dōjō Kamiya donde se encuentra con Sanosuke quien está allí esperando al regreso de Kenshin y los demás quienes salieron de la casa.
Kenshin piensa seriamente en el regreso de este nuevo individuo que no es otro que Hajime Saito, antiguo capitán de los Shinsengumi quien ahora se hace pasar por un oficial de policía llamado Goro Fujita quien va al dōjō Kamiya supuestamente para cuidar a los amigos de Kenshin.
Kenshin y Saito continúan con su pelea la cual parece decantar a favor de Saito, pero en un momento dado, Kenshin (para terror de Kaoru), retoma su antigua personalidad de Battôsai y voltea la situación a su favor. Cuando están a punto de matarse, Kawaji, jefe de la policía interrumpe la lucha y le dice a Saito que su misión era probar las capacidades de Battôsai para la misión que había sido encomendado.
Kenshin y Okubo quedaron de encontrarse el 14 de mayo para decidir si Kenshin aceptaba la oferta de ir a Kioto para detener a Shishio, pero en ese momento se produce el asesinato de Okubo, perpetrado por uno de los hombres más fieles a Shishio, Soujiro Seta, quien a su vez le advierte a Kenshin que si no desea que le ocurra lo mismo que a Okubo, no debe acercársele a Shishio. Kenshin entonces se da cuenta de lo grave de la situación y decide irse a Kioto sin decirle nada a sus amigos, salvo a Kaoru de quien se despide, dejándola muy triste.
Kaoru se encuentra muy deprimida por el hecho de tener que despedirse de Kenshin quien se marchó a Kioto para protegerlos de la amenaza de Shishio. Hecho que por supuesto molesta profundamente a Sanosuke quien también decide irse a Kioto por su cuenta, pero quien no está deprimido es Yahiko quien trata de buscar ayuda para sacar a Kaoru de la depresión en la que está inmersa y así poder ir a buscar a Kenshin a Kioto por su cuenta.
Kaoru, ahora más armada de valor, va en búsqueda de Kenshin junto a Yahiko despidiéndose de Megumi y los demás con la promesa de traerlo de vuelta, mientras que Sanosuke lo hace por cuenta propia entrenando duramente.
La chica misteriosa trata de asaltar a Kenshin, pero parece no darle demasiada importancia debido a su aspecto poco agraciado y que no ganaría mucho dinero aun si le roba. Para sorpresa de Kenshin, ella se revela como Misao Makimashi, una guerrera perteneciente a los Oniwabanshu y está buscando a alguien muy especial para ella, Aoshi Shinomori.
Mientras viajaban a Kioto, Kenshin y Misao encuentran a un samurái moribundo sujetando a un niño en brazos. El Samurái le dice a Kenshin que viene de una aldea que fue tomada bajo el control de Shishio. De primera mano, Kenshin se da cuenta de la crueldad con la que los hombres de Shishio tratan a los habitantes de dicha aldea al ver los cadáveres de los padres del niño que salvaran un momento antes colgados de un palo y ya muertos después de haber sido asesinados por uno de los lugartenientes de Shishio, un hombre llamado Senkaku.
Soujiro recibe en la entrada de la mansión a Kenshin y a Saito, mientras que Misao y Eiji se encuentran afuera esperando la oportunidad para entrar y estar al tanto de lo que sucede, sin embargo los guardias mantienen cada sector vigilado. Kenshin conoce a Shishio y este le cuenta sus planes para conquistar al Japón. Kenshin se prepara para desafiarlo como venganza por haber asesinado a Okubo, pero de repente, Shishio llama a uno de sus sirvientes, quien resulta ser Senkaku, el homicida de los padres de Eiji.
Shishio siente que Kenshin todavía no es digno de enfrentarlo, ya que no despertó su instinto de asesino como lo es de Battousai, especialmente porque no mató a Senkaku y decide marcharse para continuar con su propósito, dejándole su espada a Soujiro para luchar contra Kenshin.
Mientras Kenshin, Misao, Kaoru y Yahiko continúan hacia Kioto, Sanosuke continúa entrenando para fortalecer sus habilidades, pero parece extraviarse en el camino. En ese momento, conoce a un misterioso monje budista quien utiliza una técnica destructiva que impresiona a Sanosuke y le anima para que le enseñe.
Kenshin y Misao finalmente llegan a Kioto y se dirigen al Aoiya, que es donde habita ella y el grupo de los Oniwabanshu. Kenshin se cubre su cicatriz con un adhesivo para pasar inadvertido y no involucrar a nadie en peligro. Allí conoce a Okina, el abuelo de Misao, quien le reconoce sin importar que tenga su cicatriz cubierta.
El sujeto se presenta como Chō Sawagejou, llamado también el "cazador de espadas", y es uno de los miembros del Juppon-Gatana bajo el servicio de Shishio. Kenshin se enfrenta a Chō, pero está en desventaja y no cuenta más que con la vaina de su espada sin filo para defenderse, pero logra golpear a Chō. Okina y Misao son testigos del combate, mientras que Seiku, desesperado por el peligro que corre Kenshin y su hija Iori, decide entregarle a Kenshin la última espada fabricada por su padre.
Kaoru y Yahiko son amablemente recibidos en el Aoiya por Misao y Okina y los mantienen al tanto de lo sucedido. Misao se ofrece para llevarla a la casa de Seijūrō Hiko para reencontrarse con Kenshin. Mientras que este encuentra a su maestro y le suplica que debe aprender el principio secreto del estilo Hitten Mitsurugi para derrotar a Shishio, pero Seijuro se niega, por lo poco agradecido que ha sido Kenshin con el y haberlo abandonado.
Misao está sumamente impactada al enterarse que Beshimi, Hyotokko, Shikiho y Hannya sacrificaron sus vidas para proteger a Aoshi de las manos de Ganryu Takeda, y a su vez que Aoshi persigue a Kenshin en nombre de los cuatro para derrotarlo y concederle el honor de los Oniwabanshu como los más poderosos.
Mientras todos esperan por Kenshin en el Aoiya, él se encuentra con el maestro Seijuro entrenando arduamente. Al mismo tiempo Sanosuke logra llegar a Kioto terminando en la cárcel, siendo descubierto por Saito. Seijuro se muestra decepcionado al no ver ninguna mejoría de Kenshin y lo derriba una y otra vez.
Kenshin se marcha de la casa de su maestro agradeciendo todo lo que ha hecho por el, pidiéndole el favor de proteger a todos en el Aoiya mientras va en su lucha contra Sishio. En ese momento, Saito junto a Sanosuke se dirigen a la celda de Chō, y lo someten a un interrogatorio.
Kenshin y Saito se reúnen dentro del cuartel y son avisados de un peligro que corre el territorio de Kioto, en el cual Shishio planea incendiarlo por completo. Ambos salen enseguida en un carruaje además de Sanosuke quien se les une. Al llegar el anochecer, todos se encuentran en la costa. Sin embargo, Shishio revela a todos su más poderoso arsenal, el Rengoku, un gigantesco barco metálico de guerra y junto a sus aliados se preparan para iniciar el ataque al pueblo.
Kenshin y Saito planean una estrategia para poder entrar al Rengoku usando a Sanosuke como señuelo y distraer a los servidores de Shishio el mayor tiempo posible. Los dos llegan al barco y Sanosuke corre peligro de ser eliminado por unos cañones que lo atacan, pero gracias al Futae No Kiwami que aprendió del monje Anji, los disparos son fácilmente rechazados, impresionando a Hoji.
Llega el momento del combate final contra Shishio y el Juppongatana. Yumi Komagata se ofrece como escolta para guiar a Kenshin, Sanosuke y Saito. Anji, el monje budista, es el primer oponente que les espera, siendo Sanosuke su rival a pesar de que anteriormente entablaron amistad por aprender de Anji el Futae No Kiwami.
Se muestra un epílogo sobre el pasado de Anji, solía vivir con un grupo de jóvenes bajo las enseñanzas de Buda. Vivían de manera muy pacífica hasta que agentes del gobierno golpearon por sorpresa a Anji dejándolo insconciente y posteriormente mataron a todos sus seres queridos incinerando la casa completamente.
Usui es el segundo oponente en aparecer. Sanosuke se recupera de sus heridas gracias a la medicina de Megumi y el cuidado de Anji. Saito ordena a Kenshin y a Sanosuke que se marchen hacia el siguiente nivel llevándose a Yumi, y estos continúan, la razón de ello es porque Saito lucha contra Usui para vengarse por el homicidio de 50 de sus oficiales y al no estar Kenshin presente, no tendrá duda en matarlo.
Kenshin y Aoshi vuelven a enfrentarse así como lo han prometido, sin embargo, Kenshin nota que el Aoshi de ahora es completamente diferente al de antes, quien le responde que a cambio de derrotar a Kenshin, abandonó todo, su orgullo, su compasión e incluso a los Oniwabanshu, eligió el camino criminal aun si tuviese que vender su alma a Shishio y perjudicar su futuro, pues eliminar a Kenshin y considerarse el más poderoso es su único objetivo.
Kenshin reconoce que el estado mental de Aoshi es sumamente débil pues solo quiere complacer sus propios fines egoístas al precio de dejarlo todo para ser el más poderoso. Aoshi no se inmuta ante sus palabras y continúa atacando pero Kenshin le hace reconocer la realidad y Aoshi recapacita, pero quiere superarlo a cambio de terminar la pelea, Kenshin está de acuerdo y finalmente aparece el Aoshi de siempre.
Yahiko es bombardeado y cortado por Henya continuamente quedando malherido. Sin embargo, no se da por vencido, ya que su principal inspiración y motivo de lucha es Kenshin a quien ha visto en sus constantes batallas, y utiliza la ondas explosivas de Henya como propulsión para elevarse sobre el y logra golpearlo hasta hacerlo caer.
Fuji y Saitsuchi aprovechan que todos están exhaustos y se preparan para destruir. Yahiko se recupera y les pide a los demás que no se rindan, pues su creencia en Kenshin lo impulsa a seguir luchando. Fuji usa su gran espada para matar a Yahiko, pero inesperadamente Hiko Seijuro aparece y le hace frente a Fuji.
Kenshin llega a la habitación e inmediatamente descubre que no puede predecir los movimientos de Soujiro pues él no muestra emociones. Le dice que él usa su espada sin filo para proteger a los más débiles y no para matar, pero Soujiro le dice que de ser así por qué no lo salvó a él, lo cual despierta una duda en Kenshin.
Se revela que Soujiro vivía con la familia de su padre, ya que era huérfano de madre, pero al haber nacido fuera del matrimonio era maltratado y despreciado y obligado a trabajar duramente. Él siempre sonreía pues así se aburrían de golpearlo. Una noche vio como Shishio asesinaba a un polcía; Shishio le dijo que si lo escondía y le daba vendas y alimento, él no lo mataría y le dio su espada para que se defendiera, inculcándole de ese modo su ideal de "el más fuerte sobrevive".
Kenshin y Soujiro enfrentan sus mejores técnicas y Kenshin logra ganar con su Amakakeru Ryū no Hirameki. Él y Sanosuke siguen hasta la última habitación, donde se encuentra Shishio. Mientras tanto, Soujiro le cuenta a Yumi el secreto del Amakakeru Ryū no Hirameki (que consistía en que el pie izquierdo se adelanta) y le pide que tome el pasadizo y le informe a Shishio como su regalo de despedida, pues él va a buscar su propia verdad.
Yumi ha llevado a Kenshin y Sanosuke hasta la Sala del Fuego, la cual está en la azotea después de cruzar un puente. Allí se encuentran Shishio y su administrador. Shishio cuenta que su objetivo es explotar el petróleo luego de tomar el control de Japón y derrocar el gobierno Meiji.
Kenshin no puede emplear su Amakakeru Ryū no Hirameki pues el secreto ha sido revelado. Shishio lo ataca con la pólvora de sus guantes y causa una pequeña explosión que deja inconsciente a Kenshin. Llega Saito y se enfrenta con Shishio, aunque este lo ataca en las heridas que tenía en las piernas y logra vencerlo. Luego, Sanosuke lo enfrenta con sus puños pero también resulta inútil ya que Shishio le quiebra los puños. Al final llega Aoshi Shinomori.
Aoshi lucha contra Shishio porque siente que hizo perder tiempo y energías a Kenshin y que le dará tiempo para regresar. Shishio no entiende de lo que habla ya que piensa que Kenshin está muerto y logra vencer también a Aoshi. De repente las hojas empiezan a moverse y se dice que es la reacción con el espíritu de la espada de Kenshin. Kenshin recuerda a Kaoru y eso le da fuerzas para seguir luchando y enfrenta a Shishio con todo lo que tiene y le asesta un buen golpe con la espada.
Yumi se interpone entre Shishio y Kenshin pues el cuerpo de Shishio no puede controlar su temperatura y no puede tener actividad física por más de 15 minutos y ese tiempo ya se había excedido. Mientras Yumi está rogando a Kenshin que no ataque a Shishio, este le atraviesa su espada y a la vez logra herir a Kenshin.
Han escrito a Megumi para que vaya a Kioto a tratar a los heridos y ella asiste inmediatamente. Un mes después, todos están sanando favorablemente. Mientras Aoshi pasa todas las mañanas en el templo, los demás van al Shirobeko (la versión de Kioto del Akabeko de Tokio) y allí se encuentran a Chō, quien fue liberado por la policía y exonerado de su expediente a cambio de trabajar como espía para beneficio del gobierno.
Kaoru siente que todos han permanecido en Kioto lo suficiente, además de todos los sucesos que ha marcado la vida de Kenshin en su lucha contra Shishio, por lo que deciden regresar a Tokio. Antes de ello, cada uno toma rumbos diferentes como una despedida. Kenshin va al cementerio a dejar flores a la tumba de una mujer de su pasado y al mismo tiempo se despide de Seijuro.
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