CRÍTICA La isla de Giovanni

El estrellato de Mizuho Nishikubo

'La isla de Giovanni' (Giovanni no Shima) es la última y la más exitosa película del director japonés Mizuho Nishikubo. Con guión de Shigemichi Mugita y la producción del conocido estudio Production I.G., 'La isla de Giovanni' se estrenó el  22 de febrero de 2014 en los cines japoneses, pasando a ser poco después reconocida a nivel mundial por todos los festivales en los que ha sido seleccionada y comparada con grandes obras maestras de la animación como 'La tumba de las luciérnagas' (1988) de Isao Takahata. No obstante, al contrario que muchos directores japoneses, reconocidos por sus diferentes obras a lo largo de su carrera, 'La isla de Giovanni' ha sido la responsable de que el nombre de Mizuho Nishikubo sea conocido desde su estreno en todos los lugares del planeta.

Nishikubo, a pesar de todo, ha trabajado en distintas facetas más allá de la dirección de múltiples proyectos de animación desde los años setenta. Sin embargo, muy pocas obras le han dado reconocimiento por su trabajo más allá que su última película, destacando su labor como director en series de animación tales como 'Video Girl Ai' (1992), 'La rosa de Versalles' (1979-1980), 'Akai Kôdan Zillion' (1987) o 'Musashi: The Dream of the Last Samurai' (2009), en donde trabajó conjuntamente con el guion del mismísimo Mamoru Oshii. En España solo tuvimos la oportunidad, además del estreno en cines de 'La isla de Giovanni' el pasado 4 de diciembre, de ver en nuestras televisiones  'Vacaciones de verano' (Miyuki), anime en el que participó como guionista y director, emitida en nuestro país por la cadena privada Telecinco en 1992.

Tras una carrera artística poco notoria e impasible, 'La isla de Giovanni' ha conseguido el estrellato de Mizuho Nishikubo con nada menos que con ocho premios a sus espaldas y una precandidatura a los Óscar: Premio del Jurado el el Festival de Annecy de 2014, Premio Satoshi Kon 2014, Premio del Jurado en el V Festival de Animación de Escocia, Premio del Jurado en el Festival de Chicago de 2014… Esto, sin duda, denota la gran calidad artística y argumental de este film, que no deja indiferente a quien lo vea.

La rendición que lo cambió todo

"El 15 de agosto nos dijeron que habíamos perdido la guerra. En aquel momento, no lo comprendimos realmente. Entonces, un día, todo cambió. Muchos soldados, vistiendo uniformes que nunca antes habíamos visto, llegaron a la isla. Ese fue el día que conocí a Tanya". Basada en hechos reales, 'La isla de Giovanni' nos cuenta cómo en las fechas posteriores al conflicto más devastador que jamás ha vivido la humanidad, la pequeña isla japonesa de Shikotan pasa a formar parte del Óblast de Sajalín de la Unión Soviética. Y en esta frontera con heridas aún abiertas en un rincón remoto del mundo, surge tímidamente la amistad entre niños de dos países diferentes, deseosos de superar las barreras lingüísticas y las olas de la historia.

'La isla de Giovanni' tiene lugar el 15 de agosto de 1945, misma fecha en la que hoy se cumplen 70 años de la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial. Más que nada, este acontecimiento afecta profundamente a los habitantes de la pequeña isla de Shikotan, una isla correspondiente al archipiélago de las Islas Kuriles, situadas al noreste de Japón. Esta pequeña isla empezó a formar parte de la Unión Soviética tras la rendición de Japón y el acuerdo del conocido Tratado de San Francisco, dando lugar un cambio brusco que acabará afectando hondamente las vidas de Junpei y Kanta, nuestros protagonistas.

Sin embargo, este drástico cambio no solo estará compuesto por tristeza y melancolía, sino también tendrá muchos momentos alegres y llenos de felicidad entre estos dos hermanos que nos harán reír y llorar a partes iguales. Toda una mezcla de momentos agridulces basados en una historia real, en donde el espectador vivirá las consecuencias del fin de este gran conflicto bélico poniéndose en la piel de los personajes de esta pequeña isla que dejó de ser japonesa.

El galardonado filme de Nishikubo nos presenta a nuestros queridos protagonistas, Junpei y Kanta, unos hermanos que viven junto a su padre, su tío y su abuelo. Por otro lado, además de sus compañeros de clase y la gente del pueblo, tendrá especial relevancia su profesora y, sobre todo, Tanya, una chica rusa que marcará para siempre la vida de Junpei.  Todo ello dando lugar a un intercambio entre distintas culturas que, a pesar de las barreras lingüísticas y sociales,  enseñará lo valioso de cada una de ellas, pero también mostrará la cara oculta y horrible fruto del horror de la guerra.

Convirtiéndonos en Giovanni y Campanella

Claramente, el tono de 'La isla de Giovanni' es bastante dramático, pero no es en ningún caso desolador. La perspectiva está enfocada en todo momento en nuestros protagonistas y, aunque tengan que vivir la crueldad humana y todo tipo de miserias, todo lo afrontan con una cierta ignorancia, relacionándola, como cualquier niño, con sus pequeñas diversiones y fantasías.

Estas constantes fantasías se entremezclan con la cruda realidad en una gran referencia a 'El tren nocturno de la Vía Láctea', famosa obra de Kenji Miyazawa, uno de los poetas japoneses más populares de todos los tiempos. Siendo un elemento esencial en la película, gracias a ella Junpei y Kanta aprenden la dura realidad de la vida de una manera positiva y enriquecedora, pasando a ser en sus ilusiones Giovanni y Campanella, los protagonistas del libro, surcando el espacio montados en un fantástico tren que les hará vivir una fabulosa aventura en donde, a parte de ellos, se harán partícipes otros personajes. Además, estos momentos junto a las escenas divertidas que ofrecen algunos personajes como el tío Hideo y aquellos momentos más infantiles lograrán dar un respiro respecto al sentimiento pesimista que se apropia del espectador.

Sin embargo, no es la historia y sus personajes lo único que destaque en 'La isla de Giovanni'. Los acontecimientos de estos pequeños se funden con una increíble animación que llega a su cenit con esos diseños presentes en la integridad de los ambientes y decorados que se muestran en la película. En ella veremos una amplia gama de colores, siempre de la mano del estado anímico y sentimental de los personajes, esbozados y mucho más realistas y personales que los típicos personajes que inundan hoy en día la animación japonesa moderna. Una mezcla de decorados fantásticos, maravillosos y bélicos, plasmados mediante un particular trazo que le da singularidad y una belleza característica a la película.

En cuanto a la banda sonora que podremos escuchar dentro de la película, encontramos paralelamente las canciones populares que cantarán los niños japoneses y rusos dentro de la escuela, como la conocida canción de guerra “Katyusha” de Matvei Blanter o el mítico tema ruso “Dorogoi Dlinnoyu”, canciones de las cuales se contagiarán mutuamente, mostrando este intercambio cultural que se da constantemente en el film. Gracias a la labor de Masashi Sada, responsable y compositor de muchos de los temas que veremos en 'La isla de Giovanni', escucharemos este conjunto de canciones que, junto a los créditos finales, formarán el ambiente musical de este maravilloso filme.

Aprendiendo de lo mejor de las personas

Mizuho Nishikubo nos trajo el año pasado la mejor obra de toda su carrera artística. Con una historia agridulce que nos pone en la piel de dos niños japoneses en plena rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial, 'La isla de Giovanni', con un apartado técnico y artístico muy sólido, nos ofrece momentos muy atractivos con un detalle muy elaborado atrayendo a un público de todo tipo, siendo el más relevante el público adulto y, por otro lado, el familiar, sobre todo con fines pedagógicos.

Con una duración y un ritmo bastante óptimo, el filme de Nishikubo no es una película dura ver a pesar de su contenido dramático y cruel, ya que no ahonda exhaustivamente en ello y, por otro lado, lo complementa muy bien con sus bonitas y divertidas escenas que nos ofrecen nuestros carismáticos protagonistas y el resto de personajes de la historia, consiguiendo mantener siempre un hilo de esperanza. Esto, junto el apartado musical que está detrás de esta película hace que la obra de Nishikubo y todo el resto del equipo sea toda una pieza de museo que debería llegar al alcance de todo el mundo, haciéndose eco en todos aquellos que buscan algo diferente a lo que en la animación se refiere, ya que, gracias a ella, además de aprender de lo bueno que nos da la vida, también nos podremos dar cuenta de que los errores que hemos cometido en el pasado no se pueden repetir ahora, y mucho menos en el futuro.

Si todavía no has visto esta preciosa película, en España podrás encontrarla gracias a la licencia en versión física en múltiples formatos de Selecta Visión. Entre ellas destaca su edición coleccionista compuesta por DVD, Blu-ray, gran cantidad de extras y un libreto exclusivo de 36 páginas, disponible en su catálogo oficial o en cualquier tienda especializada.