Juegos japoneses imprescindibles para 3DS en 2017: Dragon Quest VIII

Dragon Quest VIII - Un RPG atemporal e inolvidable

Análisis de Dragon Quest VIII: El Periplo del Rey Maldito

Dragon Quest VIII: El Periplo del Rey Maldito se ha convertido en toda una leyenda con el paso del tiempo gracias al estupendo trabajo desarrollado por Level-5 en todos los aspectos posibles de esta obra. Muchos usuarios de PlayStation 2 disfrutaron en su momento, y muchos de Nintendo 3DS también, de una aventura única en su especie en el que nuestro objetivo es acompañar a un joven sin nombre  -al que podemos dar nuestro propio si así lo queremos para sumergirnos mejor en la experiencia- en una misión muy importante y de la que depende el destino del mundo. Un hechicero, de nombre Dhoulmagus, ha robado un cetro de gran poder y ha sumido en el caos el reino de Trodain, convertido al Rey Trode en monstruo, y a su hija, la princesa Medea, en una yegua. Misteriosamente, el protagonista se libra de la maldición e inicia una epopeya para salvar a reino. Pero esto es solo el comienzo de una gran aventura que nos llevará a recorrer un mundo lleno de cosas por hacer y enfrentarnos a un mal incluso mayor. La obra de Level-5 está llena de sorpresas en este aspecto.

Un bastión del J-RPG clásico

La serie Dragon Quest se ha caracterizado siempre, por lo menos en las entregas numeradas (los spin-offs han variado su jugabilidad), en ofrecer un sistema de combate por turnos clásico a través del uso de comandos, gracias a los cuales podremos acceder a toda clase de técnicas especiales, magias (defensa, ataque, grupal, etc.) y otras acciones. Por supuesto, Dragon Quest VIII: El periplo del Rey Maldito sigue ofreciendo esa misma mecánica pero de una forma mucho más espectacular gracias al uso de un motor 3D, efectos de iluminación y partículas, y un entorno más elaborado que sus antecesores. El salto al 3D generó que esta entrega, creada por Level-5, diese un gran cambio en todos sus apartados, pero manteniendo la esencia clásica de la serie en todos los aspectos posibles. A día de hoy, a pesar de algunos cambios sufridos, con el objetivo de ofrecer más dinamismo en los combates, la serie sigue ofreciendo una jugabilidad clásica y eso la ha convertido en un bastión del J-RPG tradicional. Todo aquel que busque una experiencia así no tiene más que hacerse con Dragon Quest VIII.

Personajes inolvidables y momentos únicos

Uno de los puntos clave que todo J-RPG tiene que cumplir a rajatabla es ofrecer a los jugadores la posibilidad de conocer a clase de personajes durante sus aventuras. Dragon Quest VIII: El periplo del Rey Maldito no decepciona en este aspecto dado que permite a los jugadores poder tratar con toda clase de NPC’s diferentes a lo largo y ancho de los pueblos que visitemos, muchos de ellos gran importancia para el devenir de la historia y conocer sus historias. Por supuesto, la gran estrella de este aspecto son los personajes que nos acompañarán en el grupo que lidera el protagonista y que está formado por el ladrón, pero leal y con una gran nobleza en su corazón, Yangus; el genial espadachín, a la par que ligón y tahúr, Angelo; y la hermosa, pero peligrosa cuando se enfada, Jessica. Todos ellos forman un grupo de lo más variopinto y con personalidades tan diferentes que nos dejarán momentos que se nos quedarán grabados en la retina. Especialmente memorables son aquellos que protagonizan Yangus y el Rey Trode, donde las risas están aseguradas.

Un hermoso mundo por recorrer

Dragon Quest VIII: El periplo del Rey Maldito sigue la tónica de mundo abierto, y que podremos recorrer con total libertad para descubrir todo lo que tiene por ofrecer, de las anteriores entregas. Eso sí, su configuración ha dado un paso al  frente con el salto a un entorno 3D gracias a la superior potencia de los sistemas a los que ha ido destinados. Recorrer el mundo de esta entrega es todo un placer gracias a la gran variedad de zonas que posee; tan pronto estamos en una planicie como pasamos a un entorno nevado, bosques, desiertos o surcamos los cielos y los mares. Esa variedad de zonas es  lo que da a Dragon Quest VIII su vistosidad y riqueza visual, la cual disfrutaremos a lo largo de muchas horas de juego. Por supuesto, no todo es disfrutar del paisaje, pues durante nuestro periplo tendremos otras muchas cosas que hacer, entre las cuales podemos encontrar misiones secundarias (y de historia) recoger tesoros, materiales para la alquimia, adentrarnos en la arena de monstruos, gastar el dinero en casinos y más.

Las novedades de Nintendo 3DS

La llegada de Dragon Quest VIII: El periplo del Rey Maldito a Nintendo 3DS supuso la aparición algunos cambios respecto a la entrega original, siendo uno de ellos los encuentros directos con los monstruos debido a su aparición en el escenario; en el juego de PlayStation 2, los encuentros eran aleatorios. Además, cuenta con otros cambios para hacer la experiencia más completa, donde las estrellas indiscutibles son: la incorporación de una nueva historia alternativa y dos personajes extra controlables (Morrie y la ladrona Rubí), dando así más opciones de elección para elegir un grupo más variado. Esta versión cuenta con otras muchas novedades, como un pote de alquimia que hace las recetas al instante, un modo foto para realizar capturas, nuevas escenas y finales para la historia, nuevo rango de dificultad en la Arena de Monstruos y muchas cosas más que hacen que la experiencia en Nintendo 3DS sea lo más completa y que os invitamos a descubrir por vosotros mismos.