CRÍTICA El recuerdo de Marnie

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Un optimista viaje a la autorrealización

La primera película de Ghibli tras la jubilación de Miyazaki es una muy acertada fábula sobre la soledad y la depresión en la adolescencia

10/07/2016 13:55
Con varios premios a sus espaldas, incluyendo una nominación a los Óscar, 'El Recuerdo de Marnie', la última película de Ghibli se estrenó en Japón en 2014. llegando a los cines españoles el 18 de marzo de este mismo año. Basada en la novela para adolescentes de la escritora británica Joan G. Robinson, 'El recuerdo de Marnie' es la primera película del estudio desde la jubilación de Miyazaki e Isao Takahata, teniendo como director a Hiromasa Yonebayashi, quien ya dirigió en su momento 'Arriety y el mundo de los diminutos'. Pese a la experiencia de este director, está claro que el peso de la primera película de Ghibli sin las leyendas presentes es mucha ¿qué tal lo habrá hecho? Vamos a ello.

'El recuerdo de Marnie' trata la historia de Anna, una adolescente con asma y problemas para socializar. Anna es enviada con sus tíos al pueblo donde viven por recomendación del médico, con la esperanza de que el aire fresco del campo alivie su aflicción. Una vez allí descubre una antigua casa, la cual sólo es accesible con marea baja o bien con una barca cuando la marea sube. Una noche, explorando los alrededores de la casa, descubre a Marnie, una misteriosa chica con la que hace amistad rápidamente. 

La película trata la soledad en la adolescencia de una manera sutil pero real. Al estilo Ghibli, trata en forma de fábula, de cuento fantástico, los problemas a los que nos enfrentamos cotidianamente, haciendo la historia accesible para los niños y terriblemente conmovedora para los adultos.

El Recuerdo de Marnie

Anna es una de esas chicas calladas, una de esas que no pueden aceptarse a sí mismas y no esperan que nadie las acepte. De esas que se sientan atrás en clase con la esperanza de que nadie les hable. Habiendo perdido a sus padres a una temprana edad, Anna pasa su infancia con sus padres adoptivos. Sintiendo que ellos se ven obligados a cuidar a ella, pasa a sentirse una carga inútil, un peso muerto e inevitable, haciendo que el gustarse tal y como ella es sea muy complicado. Imaginad intentar hacer amigos sintiendo que molestas más que otra cosa, sintiendo que todos ellos están, de alguna manera, esperando que te marches en algún momento para poder hablar tranquilos entre ellos. Que nadie te soporta. Estos sentimientos son muy comunes en los adolescentes y muchos de nosotros hemos crecido con esa idea en la cabeza. El no saber cual es tu sitio, el no conocer los estándares sociales, el no saber que decir o, cuando lo dices, pensar al instante en la tontería que acabas de decir y como todos te odian por eso.

El ritmo de la película es intencionalmente lento, es como una poesía visual que quieren alargar y tratar pausadamente. Esto le pasa factura, haciendo que la película en ocasiones pase a ser demasiado sobria o aburrida, dando más la sensación de un largo haiku de algo más de hora y media. La película se empaña con un ritmo narrativo extraño y unos puntos de giro algo difuminados y que tardan en aparecer. Sin embargo, el misterio presente durante toda la película, la intriga y, sobretodo, el arte visual que desprende constantemente, hacen que te mantengas expectante por ver que ocurre al final, como se desenvuelve el misterio y descubrir cual es el verdadero papel de Marnie en todo.

El Recuerdo de Marnie

Un final optimista y colorido hace que termines la película con buen sabor de boca y con la sensación de tener en el cuerpo un mensaje que necesitas dar a todos esos adolescentes especiales que no se siente aceptados por la sociedad: eres único, el mundo es maravilloso, un lienzo en blanco todito para ti. Dibuja lo que quieras en él.

La animación, como ya os comentaba, sigue siendo maravillosa, el legado de los maestros sigue vigente y hace gala de unos escenarios que quitan el hipo. Los fondos son cuadros vivos, llenos de colores, trasladando la realidad de una manera magistral. Me atrevería (y me atrevo) a decir que los escenarios son tan buenos que en más de una ocasión le pasa factura a los personajes, quienes, por obvias razones, no alcanzan la calidad de dibujado de dichos fondos y da la sensación de que no están a la altura. En esta película no he encontrado a los personajes tan vivos, hablando de la animación, como en otras películas del estudio. Los veía un pelín más toscos, menos definidos y, a veces, menos fluidos. Sigue alcanzando la cuota de calidad del estudio pero se queda por debajo de películas anteriores como 'El Viento se levanta', y dar pasos hacia atrás no es bueno.

El acabado final termina siendo salvado sobradamente por escenarios increibles, una paleta de colores buenísima y unos personajes que, pese a cumplir a mínimos, siguen siendo encantadores y carismáticos gracias a un diseño muy bien estudiado.

El Recuerdo de Marnie

Como conclusión, 'El Recuerdo de Marnie' es una historia llena de misterio y encanto que trata de manera muy acertada un tema que en cines suele tratarse de manera pueril o muy superficial: la soledad en la adolescencia, un tema importantísimo y muy vigente. La película consigue disfrazarlo de cuento para niños dando así una historia recomendable para ver en familia, potenciando así en las personas el pensamiento de que aquello que nos diferencia es aquello que nos hace especiales.

No quiero terminar sin avisaros de la salida inminente (el día 13 de julio) de la edición en DVD y Blu-Ray de 'El Recuerdo de Marnie' en nuestro país. Si aún no la habéis visto es vuestra oportunidad. Tenéis aquí los detalles.

7.8

Lo mejor

Escenarios y fondos increibles

El tratamiento de la depresión y la soledad en la adolescencia

El diseño de personajes

Lo peor

Ritmo lento y poco estructurado

Animación de personajes por debajo de lo acostumbrado en Ghibli

Momentos vacíos de contenido

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